Los cuatro
principales partidos que integran la Unidad Democrática deciden no presentar
candidato para no legitimar los comicios convocados por el chavismo para el 22
de abril
DANIEL LOZANO / DIEGO SANTANDER CARACAS
20/02/2018
La oposición
venezolana ha decidido no inscribir candidatos unitarios para las elecciones
presidenciales del 22 de abril. Así lo comunicará públicamente en las próximas
horas tras casi dos semanas de discusiones en busca de un consenso, según
confirmaron a EL MUNDO fuentes políticas de los cuatro principales partidos de
la Unidad Democrática.
La decisión se
toma después de un intenso forcejeo político y no es compartida por todos los
partidos que integran la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Voluntad Popular,
partido del preso político Leopoldo López, ya se había adelantado la semana
pasada al anunciar que no acudiría a los comicios ni respaldaría a candidato
alguno porque, a su juicio, hacerlo significaría legitimar un fraude para
perpetuar a Nicolás Maduro.
«Nos sumamos al
llamado que tanto la Iglesia Católica como diferentes liderazgos y
organizaciones políticas han hecho para crear un frente nacional de lucha por
la democracia que una a todas las organizaciones y liderazgos que quieran
cambio en Venezuela», apuntaló Freddy Guevara, dirigente de VP asilado en la
Embajada de Chile en Caracas.
La posición de
Primero Justicia (PJ), partido liderado por el ex presidente legislativo Julio
Borges y por el ex gobernador Henrique Capriles, ha resultado definitiva para
afianzar el consenso con Acción Democrática (AD) en primer lugar. Un Nuevo
Tiempo (UNT) todavía debatía con intensidad, aunque la mayoría optaba por
sumarse a lo que será la posición oficial de la MUD.
Tanto UNT como AD
eran proclives a participar desde el principio, pese a que la comunidad
internacional, en su mayoría, rechaza las elecciones y adelanta el
desconocimiento de sus resultados. Pero ni siquiera en el seno de PJ existía
unanimidad: sus dos líderes mantuvieron posiciones confrontadas hasta la
decisión final. Julio Borges encabezó el rechazo a la firma del acuerdo de
Santo Domingo por no cumplir condiciones electorales.
La postura de VP
presionó la discusión en el seno de la alianza: acercó a PJ y sumó a La Causa R
y otras pequeñas organizaciones. AD y UNT, que militan en la Internacional
Socialista, se atendrían finalmente a la decisión mayoritaria a regañadientes.
AD y UNT no
tenían otra salida, aunque consideraban que debía inscribirse a un líder ante
el poder electoral, quien sería el encargado de luchar por condiciones
electorales y que, si no lo lograba, se retirara de la contienda denunciando
los abusos. Henry Ramos Allup, secretario general de AD, había lanzado su
precandidatura desde hace meses. En UNT todavía ayer consideraban que la
abstención se trata de un error político. «Es la decisión correcta, pero debe
estar acompañada de otros elementos unitarios. Por ejemplo: la foto de todos
los líderes de la oposición e instituciones como la Iglesia. También generar
una dinámica de temas que permita recapturar el protagonismo en la agenda
pública», respondió el politólogo Piero Trepiccione, que participa en el think tank de los jesuitas.
«Cualquier
decisión me parece pésima si no viene acompañada de acciones que logren reactivar
a la sociedad para aumentar la presión sobre el bloque de poder antes, durante
y después del 22», añadió Félix Seijas, director de Delphos.
Precisamente la
Iglesia se ha erigido en un firme opositor a la presencia electoral de la MUD.
«La salvación de Venezuela exige que se asuma que la elección dictatorial es un
fraude», sentenció el padre de origen vasco Luis Ugalde, antiguo rector de la
Universidad Andrés Bello y visto en parte de la oposición como la persona
adecuada para liderar la protesta del país.
La ex diputada
María Corina Machado y el exiliado Antonio Ledezma, quienes encabezan el
antichavismo radical fuera de la MUD, han mantenido desde el primer momento su
negativa a participar el 22 de abril, propuesta política acompañada de forma
constante con críticas de grueso calado contra sus antiguos aliados de la
oposición. «Si la oposición no se inscribe igual habrá elecciones. Si no se
inscriben les irá muy mal, no es la primera vez que pasa», advirtió la semana
pasada el presidente.
La principal
incógnita que despierta la posición de la MUD es cuál será la postura final del
ex gobernador Henri Falcón, líder de Avanzada Progresista y precandidato
electoral. En el seno de la oposición se le ha intentado convencer, incluso una
parte de sus dirigentes cree que al final no será de la partida.
En cambio, Falcón
protagoniza ya una especie de precampaña electoral, en la que incluso ha
aceptado el reto de ir a un debate televisado contra Maduro. «Si nosotros
participamos de verdad, sin complejos, la ineptitud de este Gobierno que nos
condujo a esta tragedia nacional será derrotada y Venezuela podrá tener un
verdadero Gobierno de unidad nacional», clamó quien fuera dirigente chavista
hasta hace una década.
El ex gobernador
viene de perder de forma estrepitosa las elecciones regionales de octubre,
donde no salió reelegido en Lara. Además su partido recibió un contundente
varapalo en las municipales de diciembre, comicios en los que no participaron
PJ, AD y VP, pero en donde sí concurrió UNT. Incluso el principal líder de UNT,
Manuel Rosales, se presentó sin éxito a las regionales en Zulia, elecciones
repetidas tras la destitución ilegal de Juan Pablo Guanipa (PJ), quien se negó
a subordinarse a la Asamblea Constituyente de la revolución.
Los otros precandidatos
lanzados al ring electoral
son Claudio Fermín, un político opositor cuasi jubilado, y el pastor evangélico
Javier Bertucci, quien asegura haber recibido el llamamiento del Espíritu Santo
para enfrentarse al hijo de Chávez.
El padre congrega a miles de seguidores en la Iglesia Maranatha de Carabobo.
Falta le hará sin duda la ayuda del Espíritu Santo: el pastor y empresario está
vinculado a los Papeles de Panamá, ya que intentó constituir una empresa
valorada en cinco millones de dólares.